El primer vuelo de la historia llevado a cabo por los Hermanos Wright fue el inicio de una revolución en la forma en que viajamos, nos comunicamos y vivimos. Gracias a su valentía, perseverancia y genialidad, hoy podemos atravesar el mundo en cuestión de horas, establecer conexiones globales y explorar lo desconocido.
Su legado va más allá de la invención del avión. Los Hermanos Wright también sentaron las bases para la industria aeroespacial y la exploración espacial. Sin ellos, no tendríamos satélites, viajes al espacio o misiones a la Luna y otros planetas.
Además, su espíritu crítico y su dedicación al progreso científico han inspirado a generaciones de inventores y emprendedores en diversos campos, como a Frank Whittle o a Juan de la Cierva, demostrando que no hay límites para la creatividad y la innovación humana.
Así que, la próxima vez que subas a un avión, piensa en los Hermanos Wright y cómo su sueño de volar cambió el mundo para siempre. Porque gracias a ellos, el cielo dejó de ser un límite. Y si no, que se lo hubieran dicho a Ellen Church, la primera azafata de la historia.