Puede parecer que ser piloto comercial es coser y cantar, pero la realidad es que su alto salario es el reflejo de la gran inversión, dedicación y responsabilidad que exige la profesión.
Una carrera exigente con gran desembolso inicial
La de piloto no es como cualquier otra carrera. La formación, ya sea a través de un programa integrado o modular, es extremadamente rigurosa y requiere un gran compromiso, tanto de tiempo como económico.
Requiere formación constante
La formación no acaba al obtener la licencia. Un piloto debe estar en un ciclo constante de aprendizaje y evaluación.
Cada seis meses, se someten a exhaustivas revisiones en simulador para garantizar sus habilidades de vuelo y su capacidad para reaccionar ante emergencias.
A esto se suman los exámenes médicos, los cursos de refresco y la adaptación a las nuevas tecnologías y regulaciones, lo que convierte la profesión en un compromiso de por vida.
Conlleva una gran responsabilidad
Un piloto es responsable de la seguridad de cientos de pasajeros, de su tripulación y de una aeronave valorada en millones de euros.
Esta inmensa responsabilidad, que exige una toma de decisiones impecable bajo presión, es uno de los principales motivos de su alta remuneración.
El salario de un piloto es la forma en que la sociedad y las aerolíneas valoran y compensan la seguridad que garantizan en cada vuelo.
Hay escasez de pilotos
En los últimos años, la industria de la aviación ha experimentado un crecimiento acelerado, y la demanda de pilotos ha superado con creces la oferta.
Esta escasez, especialmente visible en mercados como el de Estados Unidos, ha forzado a las aerolíneas a entrar en una ‘guerra salarial’ para atraer y retener a los mejores profesionales.
La ley de la oferta y la demanda, en este caso, juega a favor del piloto.