Puede parecer que ser piloto comercial es coser y cantar, pero lo cierto es que es una formación muy exigente, además de que requiere un gran compromiso por parte del alumno.
La formación para convertirte en piloto de una aerolínea, tanto si eliges el itinerario modular como el integrado, consta de varias etapas en las que obtendrás dos licencias y varias habilitaciones. Sí o sí, lo primero que obtendrás es la Licencia de Piloto Privado de Avión (PPL-A).
La siguiente licencia que tendrás que aprobar es la Licencia de Piloto de Avión Comercial (CPL-A) y Transporte de Líneas Aéreas y, entre medias, tendrás que obtener una serie de habilitaciones para los distintos tipos de vuelo.
Además, deberás estudiar en profundidad temas como la meteorología, el derecho aéreo, instrumentación o principios de vuelo. Si quieres saber cómo son los exámenes de piloto te recomendamos el post al respecto que te dejamos enlazado.
¡Y, además, la formación nunca acaba! Un piloto debe estar en continua formación con cursos de refresco, actualizaciones, renovando el certificado médico, etc. Si quieres saber qué ruta formativa sigue un alumno piloto, te dejamos este post sobre qué hay que hacer para ser piloto de avión.
Y, por último, ¿qué hay de la responsabilidad de tener en tus manos la seguridad de tantas personas? Sí, no solo las que van a bordo, sino todas las que estamos en tierra.