Cuando un piloto aterriza un avión ligero, debe dejar caer suavemente el avión sobre la superficie de asfalto a unos 100 kilómetros por hora. Para alguien que no está habituado, suena casi como una hazaña increíble, ¿verdad?
Lo cierto es que, aunque se vuelve sencillo con la práctica, es bastante complejo. Pero, claro, ¿cómo se hace la primera vez? ¿Cómo se prepara un piloto para ese momento tan decisivo?
Pues bien, la instrucción comienza mucho antes, concretamente, en las aulas, cuando los instructores van dejando caer algunas “pinceladas” mientras explican las asignaturas teóricas.
Y es que, en el entrenamiento en tierra, se aprenden los conceptos básicos del aterrizaje, como la velocidad de aproximación, el ángulo de ascenso y descenso y la distancia de frenado.
Por cierto, si quieres saber más sobre el proceso completo de convertirse en piloto, y cada una de las fases que engloba, te recomendamos que leas nuestro post con todo lo que debes saber para ser piloto de avión comercial.