Seguro que, si has ido a un aeropuerto o has pasado por alguno, has visto una. Y es que la torre de control es una estructura elevada y estratégicamente ubicada para que proporcione una visibilidad óptima. ¿Para qué? Pues para que los operadores que coordinan el movimiento de las aeronaves tanto en tierra como en el aire, tengan una buena perspectiva.
El principal objetivo de la torre es garantizar la seguridad y eficiencia del control del tráfico aéreo dentro del espacio aéreo asignado y en las proximidades del aeropuerto.
Las funciones de la torre de control son diversas y cada una es crucial para el manejo del tráfico aéreo. Lo principal es que el tráfico sea fluido y cada vuelo se realice de forma segura, y para ello, la torre de control realiza las siguientes funciones:
El controlador aéreo es un profesional altamente capacitado, encargado de la gestión y supervisión del espacio asignado a su torre de control. Su labor es esencial para mantener el orden y la seguridad en los cielos, ya que deben tomar decisiones rápidas y precisas bajo presión.
Como te hemos explicado en las funciones de la torre de control, hay controladores para cada una de ellas.
La comunicación entre la torre de control y los pilotos es fundamental para la gestión segura y eficiente del tráfico aéreo. Esta se realiza mediante sistemas como la radio, o mediante el Controller Pilot Data Link Communications, también conocido como data link, donde los mensajes deben ser claros y concisos para evitar malentendidos. Y por eso existe el alfabeto radiofónico, para facilitar la comunicación.
Además, la torre utiliza tecnología avanzada como radar, GPS y otros sistemas digitales para monitorizar la posición exacta de cada aeronave.
La precisión en esta comunicación permite coordinar de manera efectiva los movimientos de aeronaves, evitando conflictos y asegurando un flujo constante.
