Quizás hayas oído hablar de la hipoxia, y también de la anoxia, pero, ¿sabés qué es? La hipoxia es la falta de oxígeno en sangre, mientras que la anoxia es la ausencia absoluta de oxígeno en sangre.
Sabemos que el aire está compuesto de un 21% de oxígeno, pero tenemos que tener en cuenta que, al ascender, la presión disminuye, y por lo tanto las partículas de aire se encuentran más separadas.
¿Qué significa eso? Pues según la Ley de Dalton, la presión parcial del oxígeno disminuye, y a menos partículas de oxígeno entren en nuestro cuerpo, menos concentración de oxígeno en sangre habrá.
Siguiendo con esto de la oxihemoglobina, entonces, ¿por qué puede ocurrir un episodio de hipoxia durante un vuelo?
Pues porque al disminuir la presión externa, cambia la cantidad de gases presentes en los pulmones, y eso se traduce en menos oxígeno en ellos. ¿Y cuándo cambia la presión? ¡Exacto! Al ascender o descender. Concretamente, al ascender la presión disminuye, y al descender aumenta. También puede ocurrir en un caso de despresurización de cabina.
Además de por encontrarte en grandes alturas, como puede ocurrir durante un vuelo, la hipoxia puede venir causada por:
¿Cómo puedes identificar la hipoxia antes de que se convierta en anoxia? Los síntomas de la falta de oxígeno en sangre son:
La euforia, sensación de bienestar pleno, es un síntoma con el que hay que tener especial cuidado cuando hablamos de hipoxia, ya que se puede experimentar por encima de los 10.000 pies, y, si le ocurre a un piloto que está volando solo, puede ser muy peligroso.
Además, el nivel de hipoxia puede verse afectado por el estado físico del individuo, el nivel de descompresión, la altura del vuelo y la propia tolerancia del afectado.
Un dato importante es que un fumador habitual puede empezar a sufrir hipoxia a los 6000 pies, y fumar está considerado uno de los factores de riesgo, ya que el monóxido de carbono se une a la hemoglobina y bloquea la transferencia de oxígeno.
Como ves, para trabajar en el aire hay que estar sano, para evitar todos los factores de riesgo. Así que se debe comprobar periódicamente que los pilotos estén fit to fly, ¿y cómo se logra eso? Pasando el examen para obtener el Certificado médico aeronáutico.
Como hemos mencionado anteriormente, la presión parcial disminuye con la altura, pero, ¿a partir de qué altitud esto empieza a ser significante?
Bien, pues eso depende de cada persona, de su estado de salud y sus hábitos pero en líneas generales podemos dividir la reacción del cuerpo a esta disminución de oxígeno en tres umbrales:
Este umbral se alcanza cuando esa disminución en la cantidad de oxígeno que llega al cuerpo empieza a ser notable, alrededor de los 7000 pies. Aquí podemos notar como la realización de tareas complejas se hace más difícil y además aumentan ligeramente la frecuencia del ritmo cardíaco y la respiración. Además también se ve afectada la visión nocturna, a partir de los 5000 pies.
Se da entre los 10.000 y los 12.000 pies, cuando la saturación de oxígeno en sangre disminuye significativamente y el cuerpo empieza a activar mecanismos de defensa para evitar los efectos de la hipoxia.
Cuando llegamos a este umbral, el cuerpo se esfuerza en poder llevar a cabo tareas y mantener la atención y la alerta. A partir de 12.000 pies podemos sufrir euforia, somnolencia, mareos, fatiga y dolor de cabeza.
Se da alrededor de los 22.000 pies, y lo más significante es que la saturación de oxígeno en sangre disminuye al 65-60%, teniendo en cuenta que la saturación normal a nivel del mar es del 95-100%.
Esta disminución desencadena un rápido deterioro de nuestro funcionamiento mental con gran confusión y mareo, incluso pudiendo llegar a sufrir perdida del conocimiento.
La prevención depende de la causa:
Para tu tranquilidad, tanto pilotos como tripulantes de cabina están entrenados para reconocer los síntomas y saber cómo actuar en caso que ocurra.
