• Procedimientos de Baja Visibilidad - LVP

    ¿Cómo aterriza un avión cuando no se ve nada de nada?

¿Te has preguntado alguna vez cómo se aterriza un avión con niebla? ¿Cómo hacen los pilotos para tomar tierra con éxito cuando la visibilidad es cero?

Como imaginarás, en días de niebla la operativa de vuelo puede verse gravemente afectada; es ahí donde entran en juego los Procedimientos de Baja Visibilidad o LVP (Low Visibility Procedures). Y es que, en aviación, no se deja nada a la improvisación; todo está planeado y organizado en base a las más altas exigencias de seguridad.

Aunque los aviones están la mayor del tiempo por encima de las nubes, hay momentos, como el despegue, la aproximación y el aterrizaje, en los que no siempre es así.

A continuación, te explicamos todo sobre los procedimientos e instrumental del que disponen los pilotos para volar con nula visibilidad. Pero antes, tienes que ver este increíble vídeo en el que un Boeing 777 realiza un aterrizaje espectacular bajo los procedimientos LVP. ¡No te lo pierdas porque la vista desde la cabina te dejará helado!


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¿Cómo saben los pilotos qué nivel de visibilidad hay al momento?

En los aeropuertos, cada 30 minutos se emite un reporte meteorológico o METAR; que son informes que explican de manera técnica la meteorología del aeropuerto en el momento de la medición. Pues bien, es responsabilidad del piloto al mando comprobar el último reporte meteorológico antes del vuelo.

Además, en los aeropuertos de mayor tamaño, como es el caso del Aeropuerto de Málaga, existe un ATIS o Servicio Automático de Información Terminal; es decir, un sistema en el que, de manera continuada, se emite en una frecuencia el último METAR, así como otra información de interés para los pilotos.

La base de las nubes

Los pilotos deben conocer la altura a la que se encuentra la base de nubes para decidir qué tipo aproximación o despegue van a llevar a cabo. Además, el valor de la visibilidad les permitirá hacer una estimación de cuándo verán la pista.

Para conseguir estos datos, los aeropuertos cuentan con Departamentos de Meteorología, que son los encargados de hacer las mediciones y predicciones necesarias. En España contamos, además, con la Agencia Estatal de Meteorología, AEMET.

Nefobasímetro:

Para medir la base de nubes el instrumento que se emplea es el nefobasímetro. Funciona emitiendo un rayo vertical de luz y midiendo el tiempo que tarda el haz en volver al instrumento; así, es capaz de obtener la altura de la base de nubes.

Además de nefobasímetro, también se le puede conocer con el nombre de ceilómetro.

Transmisómetro:

Para la visibilidad horizontal empleamos el transmisómetro; un instrumento que, igual que el anterior, se ayuda de un rayo de luz para estimar la visibilidad horizontal o el alcance visual en pista, RVR.

El RVR se suele medir en tres posiciones diferentes: cabecera, mitad y final de pista.

Otros procedimientos de baja visibilidad

Dentro de los procedimientos de baja visibilidad, hay un sinfín de prácticas que se activan para asegurar las maniobras de los aviones cuando no se ve nada en el exterior.

En estos casos, entran en coordinación varios departamentos del aeropuerto, que ponen en marcha acciones como:

  • Cambiar los puntos de espera para conseguir más separación con la pista.
  • Aumentar la intensidad de las luces de rodaje (puedes leer más en nuestro post sobre el vuelo visual nocturno).
  • Acompañamiento, por parte de un señalero, del avión hasta el parking o la rodadura principal.
  • Entre otros.

Además, los controladores aéreos deben conocer las altitudes mínimas de las aproximaciones en procedimientos de baja visibilidad.

¿Qué son las altitudes mínimas?

Aunque pueda parecer extraño, los pilotos de los aviones comerciales pueden pasar la mayor parte del vuelo sin mirar afuera. Y es que los aviones disponen de los sistemas e instrumentos necesarios para que, en todo momento, los pilotos puedan saber dónde están.

Aun así, en las aproximaciones se establecen lo que en el argot aeronáutico conocemos como ‘mínimos’; que es la altitud a la cual el piloto debe ver lo que hay fuera para que pueda llevarse a cabo el aterrizaje. Si la pista es visible, la maniobra puede completarse con normalidad; sin embargo, si no hay visibilidad el aterrizaje debe abortarse.

Algunos aeropuertos disponen de un sistema que permite, a determinados aviones, realizar aterrizajes automáticos en caso de nula visibilidad. No obstante, para que esto pueda llevarse a cabo, el aeropuerto y el avión deben estar certificados para los niveles más altos de seguridad.

Este tipo de vuelo es el que conocemos como IFR, o vuelo bajo reglas de vuelo instrumentales. En One Air, tenemos las Cirrus SR20, las Diamond DA40 NG y las Diamond DA42 NG, certificadas para este tipo de operaciones instrumentales. Y, además, realizamos vuelos IFR desde el Aeropuerto Internacional de Málaga, con operativa H24.

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