Existen varias técnicas para evitar la estela turbulenta. La primera, y más evidente, es la separación entre los aviones.
En los aeropuertos, los controladores aéreos conocen las separaciones mínimas entre aviones por estela turbulenta, que se basan en el tiempo que tarda la estela en disiparse. A su vez, los tiempos de separación se estiman en base al tamaño de los aviones y la posición de despegue o aterrizaje.
En los despegues es recomendable rotar más allá del punto donde aterrizó el avión precedente; mientras que, en los aterrizajes, es mejor tomar más allá que el avión anterior, ya que, una vez el avión toca tierra, la estela desaparece.
La otra técnica para evitar la estela turbulenta, esta vez en vuelo, es mantenerse por encima de la trayectoria del avión precedente y hacia el lado que sopla el viento.