Sí, este fenómeno tiene muchas aplicaciones. En los deportes, en la generación de energía… ¡Y también tiene que ver con los aviones! Y es que hay aeronaves que utilizan el efecto Magnus para generar propulsión. ¿Cómo lo hacen? ¿Qué aeronaves son capaces? Te lo explicamos.
El ciclogiro de alas giratorias y mucho más
En la aviación, el efecto Magnus no solo es un tema de estudio teórico, sino que tiene aplicaciones prácticas. Un ejemplo claro es el ciclogiro, un tipo de aeronave que utiliza rotores giratorios para generar control y propulsión, porque ya sabemos que los aviones pueden volar sin motores.
Anton Flettner tuvo la idea de utilizar un cilindro horizontal para incluirlo en una aeronave, y así nació el ciclogiro. En el que las hélices del avión son giratorias, y son capaces de generar aceleración. Aunque en la creación de este ciclogiro también hubo problemas, como la pérdida de potencia y fallos en la sustentación del avión.
Otra aplicación es el famoso proyecto Vortex, que pretende generar energía utilizando los principios del fenómeno. ¿Cómo? Pues, cuando el viento pasa alrededor de una estructura, se forman vórtices de presión, que dependen de la velocidad del viento. Y, si la estructura tiene una frecuencia natural similar, comienza a absorber energía.