Estamos en el año 1935, los aviones cada vez son más sofisticados y comienzan los primeros ataques aéreos. Surge entonces la necesidad de crear un sistema que permita identificar a los aviones en vuelo.
Pues bien, el físico Robert Watson-Watt presentó la que fue una gran ventaja para la Real Fuerza Aérea de Gran Bretaña: el RDF, Radio Direction Finding, el antecesor de lo que hoy en día conocemos como radar.
El RDF mostraba en una pantalla los diferentes aviones que volaban en una zona, pero no permitía distinguir entre aviones amigos y enemigos.
Fue entonces, durante la Segunda Guerra Mundial, cuando se desarrolló el IFF o Identification Friend or Foe, un sistema de identificación formado por un equipo que, coloquialmente, recibía el nombre de loro (más abajo te explicamos el porqué).
Este equipo iba instalado en los aviones y emitía señales codificadas llamadas códigos Squawk. Así, conseguían diferenciar, en las pantallas del radar, los aviones aliados de los enemigos.