En el año 1953, la FAA estableció que un avión bimotor era capaz de volar durante 60 minutos en caso de perder un motor. De esta manera, se pudo crear un regla simple para respetar a la hora de planificar los vuelos: la ruta a seguir no debe alejarse más de 60 minutos de un aeropuerto adecuado.
Pues bien, en Estados Unidos y Europa, esta regla siempre fue fácil de cumplir por la gran cantidad de aeródromos existentes, pero, ¿qué pasa con las zonas más deshabitadas en las que no hay suficientes?
Aunque esta regla era ampliable hasta los 180 minutos para aviones equipados con tres y cuatro turbinas, aún así no fue suficiente.
Por eso, en el año 1985 se emitió la primera certificación ETOPS a un bimotor, concretamente un Boeing 767-200, perteneciente a la aerolínea norteamericana ya extinta TWA.
En la actualidad, la certificación ETOPS no se limita a aviones bimotores, por lo que el término se modificó a Extended Operations (operaciones extendidas, en general).